logo amigos de la historia najerillense texto blanco

Ermita del Cristo del Humilladero

/
/
Ermita del Cristo del Humilladero
Ermita Cristo15

Ermita del Cristo del Humilladero

 

Ermita_Cristo15La Ermita del Cristo del Humilladero (conocida en siglos anteriores con otros nombres, entre ellos Ermita de Juan Bautista Rodríguez de Salazar) estaba situada en el entorno arqueológico del Alcázar, en la subida al mismo desde Santa María la Real. Fue derruida el 16 de abril de 2012, a pesar de los intentos de la Asociación Amigos de la Historia Najerillense por su conservación (lee más información).

La construcción de los muros de la Ermita era de piedras de sillería y sillarejo, con adobe y elementos más ligeros en la parte superior, no ofreciendo señales de ruina en sus paredes principales. Conservaba en su interior pequeños frescos, de los siglos XVIII o XIX, con representaciones de columnas pintadas. La estabilidad de las paredes y de algunos elementos de su construcción, como el dintel de roble de la entrada, la convertían en un edificio digno de ser conservado.

El aspecto descuidado de los últimos tiempos se debe a la falta de mantenimiento y a que ha tenido su puerta abierta. Pero con tareas de limpieza y desescombro, y dotando al recinto de un tejado ligero provisional que evitara la degradación de los muros por la lluvia, el edificio podría haberse mantenido dignamente en pie.

Encontramos referencias a la Ermita en la documentación a partir del s.XVIII.

Las construcciones que bordean por el norte la subida al Alcázar pertenecieron en el s.XVIII a Juan Bautista Rodríguez de Salazar, quien además construyó en sus terrenos una Ermita para ser enterrado (en el centro del posterior cementerio municipal). En 1716 ya había fallecido, aunque no pudo ser enterrado allí porque no quedó claro a qué parroquia se adscribía la Ermita, si a la de San Jaime o a la de Santa Cruz. Finalmente, Juan Bautista Rodríguez de Salazar fue enterrado en el Convento de San Francisco.

En 1751 el Catastro de Ensenada hace referencias a la Ermita refiriéndose a ella por el nombre de su fundador.

Plano de Najera de 1782_webEn 1782 la Ermita todavía sigue en pie y aparece en numerosos documentos además de en un plano de la zona que proviene del pleito que tuvieron la parroquia de San Jaime y la parroquia de Santa Cruz por los límites que abarcaban cada una de ellas. La denominan indistintamente Ermita del Cristo y Ermita de Juan Rodríguez. Así lo recoge Tomás Lerena Guinea en La Real Capilla y Parroquia de Santa Cruz de Nájera (1052-1900). Setecientos años de conflicto jurisdiccional [Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Nájera, 2000, p. 207]. Vemos en la imagen general en color rojo el dominio de Santa Cruz; en amarillo, San Jaime; y en verde, San Miguel. En el plano de detalle aparece la Ermita.

Manuel María Anguiano, recoge en Crónica de la muy noble y muy leal ciudad de Nájera [Logroño, Imprenta de Francisco Martínez, 1884, p. 168] la construcción en 1804 del cementerio (cementerio viejo) en la subida al Castillo. Es un registro cerrado que se refuerza en su extremo occidental con contrafuentes semicirculares rematados en pico. El cementerio se ubica en el interior de la muralla de la ciudad, de la que se conservan los torreones que la flanqueaban en los montes de Malpica y el Castillo. Probablemente la Ermita de Juan Bautista Rodríguez de Salazar serviría como capilla del cementerio.

En 1876 se inauguró una segunda ermita junto a la puerta del cementerio, como señala Manuel María Anguiano  en la misma obra, que conocería de primera mano este dato por la proximidad de la fecha al año de publicación del libro:

(…) cuyo Alcázar estuvo situado al pié de dicho castillo, donde al presente está el Cementerio construido el año 1804, con una ermita que lo fué en sustitución de otra en el de 1876 y se inauguró el 26 de Noviembre.

Diversas fuentes mencionan los problemas de espacio para inhumaciones del cementerio, agravados por la piedra del suelo, por lo que se derriba la anterior Ermita y se construye esta, fuera del recinto, que llega hasta nuestros días.

Para la construcción de la nueva Ermita se utilizaron parcialmente los muros del propio cementerio. Estuvo en uso muy pocos años. Tomás Lerena Guinea hace referencia a los problemas de capacidad del cementario y las malas condiciones sanitarias.

Por ello, en 1889 el Ayuntamiento de Nájera aprueba la construcción de un cementerio nuevo, el actual, que fue bendecido en las fiestas de los patrones de Nájera, el 18 de septiembre de 1903, y en el que se situó también una capilla llamada como la anterior, capilla del Santo Cristo del Humilladero. Tomás Lerena Guinea, en Crónica de la Real Parroquia de la Santa Cruz (1901-2000) [Nájera, 2001, p. 36-77], señala:

Construido a expensas del Ayuntamiento, el nuevo cementerio municipal era bendecido por el entonces párroco y arcipreste de Nájera don Anastasio Torrecilla Mahave el 18 de septiembre de 1903. (…) A unos 50 metros de la puerta de entrada, y por iniciativa del mismo Ayuntamiento, se construyó una capilla a la que se la denominó capilla del Santo Cristo del Humilladero. De construcción sólida, se empleó piedra de sillería para el zócalo y los ángulos; las paredes de canto grueso del Najerilla simulando mosaico.

(…) El día 2 de mayo de 1908, y por disposición del mismo Ayuntamiento, fueron trasladados al nuevo cementerio los restos que todavía se encontraban en el viejo y ya clausurado y que eran profanados por encontrarse muchos de ellos fuera de las sepulturas rotas y abiertas.

Aun así la Ermita del cementerio viejo mantuvo algo de culto, según testimonios orales recogidos en nuestros días.

Ermita_Cristo00En 1915, Cristóbal de Castro incluye la Ermita en el Catálogo Monumental de Patrimonio de la Provincia de Logroño, redactado según Real Orden de primero de febrero de 1915. La cita y recoge una fotografía de la fachada (ver a la derecha), indicando que el entorno es cementerio público de la localidad.

En 1924 la Ermita aparece registrada en el Ayuntamiento de Nájera, como propiedad municipal, y se dice de ella: “es pajar”.

En 1949 vuelve a aparecer en el registro. En este año es considerada parte del Cementerio Municipal.

En 1972 la propiedad del terreno deja de ser municipal.

La última referencia que encontramos en los registros es que, después de pasar a titularidad privada, el Ayuntamiento de Nájera la compró como Ermita hace unos diez años, a principios del siglo XXI, lo cual consta en las actas municipales.

Además, en la misma zona hubo otras ermitas. De Tomás Lerena Guinea recogimos el testimonio de que la Parroquia de San Pedro se sitúa en el mismo espacio o entorno que la Ermita del Cristo del Humilladero. En La Real Capilla y Parroquia de Santa Cruz de Nájera (1052-1900). Setecientos años de conflicto jurisdiccional, Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Nájera, 2000, pp. 46-47, expone:

El carácter cristiano y la vida religiosa de Nájera aparece patente mucho antes de la construcción del monasterio de Santa María por el rey don García. Ya en época anterior al siglo XI hubo toda una serie de edificaciones eclesiales en las laderas o en las proximidades de los montes. La parroquia de San Pedro, situada “subiendo desde las casas a la Torre del Rey, entre ésta y la residencia del obispo. Tenía campanario con campanas, un altar, una imagen de bulto que llamaban San Pedro y otra de San Andrés. Contaba con pila bautismal, cementerio y otros elementos propios de una iglesia parroquial. Estando en estado ruinoso, se trasladó, primero, a las caballerizas del que ya se había convertido en Palacio del Duque de Nájera. Las campanas de esta iglesia serían utilizadas por los clérigos de la capilla de Santa Cruz para convocar a sus parroquianos cuando se trasladaron más tarde a una capilla dentro del monasterio”. Y en el siglo XVI estas campanas serían trasladadas al nuevo templo de Santa Cruz.

La cita del texto, entre comillas, que contiene la descripción del edificio, procede de: Archivo Parroquial de la Santa Cruz, Sig.89/12, Cartulario de Santa María. Y para ubicar la Torre del rey:

El Palacio del rey o la Torre del rey estaba dividido en tres departamentos: el primero, sobre el monte, en las eras del Castillo; el segundo, en las laderas del Castillo, detrás de las casas que entonces conformaban el barrio del Mercado o de San Jaime. Esta dependencia fue cedida por los reyes al obispo, era el Palacio episcopal, “próximo al río, y al Palacio del rey, rodeado de tierras, viña, huerta y muy cerca de la parroquia de San Jaime”. (T. Lerena Guinea, op.cit.)

 

{besps}stories/ErmitadelCristo{/besps}

DERRUIDA LA ERMITA DEL CRISTO DEL HUMILLADERO O ERMITA DE SAN PEDRO

 

La ermita estaba situada en el entorno arqueológico del Alcázar y dentro del suelo protegido del Castillo de Nájera. Se trata de la Ermita del Cristo del Humilladero o de la Ermita de San Pedro, derruida en abril de 2012.

 

El Diario La Rioja alertaba sobre su inminente derribo por parte del Ayuntamiento de Nájera en una noticia el 1 de marzo de 2012, lo que hizo que la Asociación se movilizara para evitar su desaparición.

 

La construcción de los muros de la Ermita era de piedras de sillería y sillarejo, con adobe y elementos más ligeros en la parte superior, no ofreciendo señales de ruina en sus paredes principales. Conservaba en su interior pequeños frescos, de los siglos XVIII o XIX, que representan columnas pintadas. La estabilidad de las paredes y de algunos elementos de su construcción, como el dintel de roble de la entrada, la convertían en un edificio digno de ser conservado.

 

La Asociación ha recogido datos históricos sobre este edificio singular: existencia de una ermita anterior al s.XI -cuyas campanas se trasladan al templo de la Santa Cruz en el s.XVI-, se menciona en documentos de 1876 y en numerosas ocasiones en documentación del s.XX, con fotografías de 1915. (Consúltese aquí)

 

La falta de mantenimiento de la propiedad ha causado su degradación y su aspecto descuidado. Pero el edificio podía mantenerse dignamente en pie con labores de limpieza y con el desescombro del tejado hundido, dotando posteriormente al recinto de un tejado ligero y provisional, de escaso coste, que evitara la degradación de los muros por la lluvia, además de controlar el acceso libre al recinto cerrando la puerta.

 

Todo ello permitiría que en el futuro se pudiera efectuar su estudio y restauración, delimitando al mismo tiempo los elementos a conservar o eliminar en la manzana que ocupa, así como la posible utilidad e integración de todo ello en el conjunto del Alcázar.

 

INTENTO FALLIDO DE CONSERVACIÓN DE LA ERMITA

 

El 9 de marzo, la Asociación escribe una petición urgente, acompañada de 27 fotografías de la Ermita, al Consejero de Educación, Cultura y Turismo, Gonzalo Capellán de Miguel, en la que se pide una valoración por los técnicos de Patrimonio y su conservación. Los argumentos legales por los que el edificio no puede ser intervenido son dos: se encuentra en el trazado del Camino de Santiago (declarado BIC, lo que le otorga un régimen jurídico especial) y en un espacio declarado “Área especial de protección: zona grafiada del casco urbano (margen izquierda del río Najerilla)” en el Decreto 14/2001 de 16 de marzo (BOR, 24-03-2001).

 

Además, se añade que aunque el PGOU de Nájera indica que está en un lugar destinado a espacio verde, puede reconsiderarse su mantenimiento, atendiendo a la legislación especial, ya que se encuentra en una zona arqueológica muy sensible en la que faltan estudios rigurosos, por lo que no podemos prescindir de ningún elemento arquitectónico. Es la única Ermita que se conserva en Nájera.

 

El 12 de marzo, la Asociación envía de modo urgente la misma documentación al Servicio de Conservación del Patrimonio Histórico Artístico de la Dirección General de Cultura del Gobierno de La Rioja, solicitando su rápida intervención para que el derribo no se lleve a cabo.

 

El 14 de marzo, el Director General de Cultura, José Luis Pérez Pastor, contesta a la petición de la Asociación indicando que el edificio no se incluye en el Inventario Artístico de Logroño y su provincia de Moyá Valgañón, ni en el catálogo del PGM de Nájera aprobado el 30 de enero de 2004, momento en el que la Asociación podía haber hecho alegaciones, por lo que considera que la actuación del Ayuntamiento se ajusta a la legalidad.

 

La Asociación de nuevo se dirige a las instituciones, el 29 de marzo, indicando los datos históricos recopilados sobre la Ermita, añadiendo que en Nájera en otras ocasiones no se ha mantenido lo recogido por Moyá Valgañón y que los inventarios no son definitivos, además de que las Administraciones tienen la tutela sobre el Patrimonio. Además se solicita “el inicio de los trámites para la declaración del Centro Histórico para el casco antiguo de Nájera, a fin de poder llegar, cuando existan fondos, a la realización de un Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral del Centro Histórico de Nájera”.

 

Se pide que se traslade toda la información al Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja, lo que se desestima desde la Dirección General de Cultura.

 

El 4 de abril, el Director General de Cultura contesta a la Asociación que “al amparo del art. 78 de la Ley 6/2006 de 2 de mayo de Ordenación del Territorio y Urbanismo de La Rioja, no se precisa la declaración previa [declaración de BIC] como Conjunto histórico del casco para la realización de un Plan Especial, si así lo prevé el planeamiento municipal”.

 

El día 11 de abril de 2012 el Diario La Rioja publica la noticia del inminente derribo por parte del Ayuntamiento de Nájera de la Ermita del Cristo del Humilladero. La Asociación, ese mismo día, envía un burofax al Servicio de Conservación de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura de La Rioja, reiterando lo expuesto en los escritos anteriores de 12 y 29 de marzo, que efectúen de manera urgente las gestiones oportunas a fin de que el derribo de la ermita no se lleve a efecto, en espera además, de acuerdo con nuestra petición, de la valoración y del dictamen del Consejo Superior del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja.

 

La contestación del Director General de Cultura, con fecha 16 de abril, es que nos remite a los oficios del 14 de marzo y 4 de abril, “en los que se especifica que el inmueble no constituye ninguna construcción protegida y que, por tanto, pertenece estrictamente al ámbito de actuación municipal”.

 

Todos hemos perdido la Ermita, de forma irreversible. Con la pérdida del patrimonio perdemos parte de nuestra identidad.